El ají dulce,
o ají misterioso, jobito o rosa,
como se le conoce en otros estados, se hace presente en guisos, salsas, masas y
el infaltable sofrito; pilar fundamental de la gastronomía
criolla, y base para la confección de los más diversos platillos,
acompañando proteínas de todo tipo: pollos, carnes,
pescados, y un sinfín de opciones.
Capsicum annuum, Capsicum frutescens y Capsicum
chinense se cuentan como las variedades patrias de
este pimiento, no picante y usualmente de forma
redondeada, con colores vivos y sabor inconfundible. Tiene gran
cantidad de vitaminas A, B
y B6, contiene alto contenido de hierro, potasio y
magnesio, y gracias a la comercialización, hoy en día puede encontrarse
en el mercado en forma de pastas, también en congelados,
como deshidratado, en encurtidos o enlatado,
y como base de salsas y mermeladas.
Recetas usando este ingrediente, se encuentran esparcidas por
todo el territorio, desde agregarlo a la masa de la noble arepa junto
a un buen puñado de queso rallado para darle un toque
especial, o para un sancocho, asado negro o aliñar un pollo con
una salsa fría de ají, son delicias que nacen con
esta hortaliza.
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